Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo (1 Cor. 8:2). En este versículo nos damos cuenta de que la sabiduría humana no es suficiente, por lo cual el Espíritu dice: Cosas que ojo no vio ni oído escuchó, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Por eso sabemos que Dios nos ha dado a conocer todas las cosas porque le amamos y el Espíritu Santo dado por Él, nos enseña por experiencias, las cosas dichas por su hijo. (1ra. Corintios 2:6-16). Y si tenemos la mente de Cristo, y Cristo es Dios, y Dios lo sabe todo, y nosotros le amamos, podemos tener la sabiduría espiritual, si se la pedimos (Santiago 1:5). Y quien tenga sabiduría, demuéstrela con toda paz y prudencia (Santiago 3:13-18).
Marlene Feliz/