miércoles, 19 de septiembre de 2007

REFLEXIONES BIBLICAS

La Recompensa de la Humillación (2da. Parte)

Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro y se convirtieren… (2 Crónicas 7:14)

Cuando le fallamos a Dios, Él quiere que tengamos un arrepentimiento de inmediato, que no demos tregua, y que no dejemos que el sol se ponga, sin haber pedido perdón por nuestras rebeliones.

El pueblo de Dios quiere hoy día un avivamiento, que Él muestre su gloria; pero Dios nos dice que, si nos humillamos ante su presencia, promete escucharnos y contestar nuestras peticiones y anhelos. Pero es necesario que nos acerquemos a Él con humillación y, seguros de que tendremos lo que buscamos, si es su voluntad (Mt. 7:7-12).

Oliver Patricio/